Bajar el IVA, ¿sí o no?
Qué es el IVA y cómo funciona
Este impuesto guarda relación con la elasticidad precio - demanda de los productos, ya que recaerá sobre el productor o el comprador dependiendo del valor de ésta. Si la elasticidad precio de la leche de vaca es elástica para los consumidores e inelástica para los vendedores, el IVA -o una gran parte del mismo- en este caso recaerá sobre los productores. O, en el caso contrario, si la elasticidad precio de la gasolina es inelástica en el caso de los consumidores y elástica en el caso de los vendedores, aquí el IVA recaerá sobre los compradores. Esto ocurre porque aquel que no puede variar su oferta -o demanda- será el que se tenga que adaptar a los cambios en los precios derivados de este impuesto.
Bajar el IVA
En las últimas semanas se está discutiendo en el parlamento la bajada del IVA en productos seleccionados -como los de primera necesidad- como medida para contrarrestar el efecto de la inflación en los hogares y que los consumidores puedan seguir realizando compras con cierta normalidad. Si bien esta medida es muy popular, porque reducir impuestos siempre causa alegría en los contribuyentes, no es tan clara su eficiencia y efectividad económica.
La bajada del impuesto sobre el IVA , pese a que contribuye a aumentar el consumo, genera una reducción de los ingresos impositivos del Estado, lo que deriva en un aumento de la deuda pública, aunque es cierto que no tan notablemente como si la política fiscal expansiva se hiciera aumentando el gasto público. Además, esta bajada del IVA, al incurrir en mayor gasto público podría causar el efecto adverso al buscado, ya que un mayor déficit público podría absorber la inversión y el ahorro privados aún más, ralentizando así la recuperación económica.
Hay debate
Hay multitud de opiniones a favor y en contra de esta medida, intentando esclarecer cuáles serían los efectos reales de esta medida.
Hay voces a favor de esta medida que indican que la bajada de los tipos impositivos es efectiva para mantener el nivel de consumo, ya que las empresas necesitan de este para no tener que cerrar debido al incremento de los costes que sufren por las subidas de los precios de la energía.
Sin embargo, los que se pronuncian en contra, argumentan que bajar el IVA no es del todo efectivo sobre productos alimentarios en los que grava un 4%, ya que no contribuiría a bajar el precio en gran medida. También, no está claro si una bajada de este impuesto se traduce en el precio, ya que los supermercados podrían simplemente mantener el precio y aumentar su margen de beneficio. Para evitar esto, habría que establecer demasiados controles para que la medida fuera eficiente. Además, al ser un impuesto indirecto afecta por igual a todas las rentas, y esto diluye el pretendido efecto social sobre las rentas más bajas. Por otra parte, como se ha explicado anteriormente, quitar este impuesto supone descargar los costes sobre la hacienda pública, haciendo que el déficit suba, lo que se puede traducir en el futuro en la necesidad de hacer recortes en el gasto público que repercutan negativamente sobre el consumo y el conjunto de la economía en general.
Conclusiones
En conclusión, aunque ante la situación actual es necesario tomar medidas para que la crisis no golpee con suma dureza, la bajada del IVA no parece la actuación más correcta ya que no está claro si realmente ayudará a los consumidores de menor nivel de renta y además, genera un impacto negativo sobre la recaudación pública, que puede traer peores consecuencias en el futuro.
Bibliografía
Almunia Miguel (2021), ¿Cómo afectan las subidas y bajadas del IVA a los precios?, Nada es gratis. Enlace
Las dudas de bajar el IVA a los alimentos: no hay margen, no repercute en el precio al 100% y se carga a las cuentas públicas, El Diario.es. Enlace
Reducir el IVA es acentuar el estancamiento económico (2019), El Comercio. Enlace
Qué es el IVA: tipos, cuándo y por qué hay que pagarlo, BBVA research. Enlace
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